Detenido el presunto autor de las falsas amenazas de bomba en el Mercadillo de Majadahonda

La Guardia Civil ha detenido esta mañana a un hombre como presunto autor de las reiteradas amenazas de bomba en el popular mercadillo de Majadahonda. Este arresto pone fin a una investigación abierta tras meses de continuos avisos falsos que buscaban alterar la normalidad del mercadillo, uno de los más concurridos de la región.

El pasado 6 de julio llamó por primera vez. Policía Local y Guardia Civil se veían obligados a desalojar el espacio de venta ambulante tras la llamada, ejecutada con voz robótica sobre las 10h de aquel sábado, el día en el que el mercadillo acumula mayor número de visitantes.

Rápidamente se activaba un operativo de desalojo, que funcionó ordenadamente pese al desconcierto inicial del público. Durante un par de horas los TEDAX revisaban minuciosamente el aparcamiento en el que se instala, incluso con perros entrenados, sin encontrar rastro de explosivo, lo que permitía la reapertura del Mercadillo de Majadahonda. 

El detenido podría ser familiar de uno de los comerciantes del Mercadillo

Esta fue la primera llamada de otras muchas que vinieron después, tal y como se ha conocido ahora, coincidiendo con el final de la investigación iniciada en julio. Las autoridades han señalado que el sospechoso podría estar vinculado a uno de los comerciantes del mercadillo. Una de las principales hipótesis que manejan los investigadores es que el detenido podría ser familiar de un vendedor descontento con la propuesta de redistribución de los puestos anunciada por el Ayuntamiento, que despertó polémica entre comerciantes y vecinos. Se sospecha que, para boicotear la nueva organización del mercado, el vendedor habría solicitado a su allegado que realizara las llamadas amenazantes.

Las amenazas culminaron este pasado sábado, cuando se recibió la última alerta de bomba antes del arresto del supuesto autor. El detenido se enfrenta ahora a cargos por desórdenes públicos, un delito que podría conllevar una pena de hasta tres años de prisión, así como a una multa por simulación de delito, que podría ser de hasta 12 meses.

Las autoridades continúan indagando en los posibles vínculos del detenido con los comerciantes del mercado y no se descarta que puedan surgir nuevas detenciones o revelaciones en el transcurso de la investigación.